ÁNGELA PONCE es la primera transgénero en Miss Universo.
Ángela Ponce, la
actual Miss España y primera candidata transgénero que
participó en Miss Universo ha impactado a muchos internautas por su
belleza, tanto que muchos aún les cuesta creer que en algún momento de su vida
haya sido hombre.
Ángela Ponce, la
representante de España en el Miss Universo 2018, no
logró clasificar entre las 20 finalistas de la competencia y quedó lejos en la
carrera por la corona; sin embargo, nadie le quita el mérito de haber hecho
historia en el certamen.
La modelo de 27 años
es la primera mujer transexual en concursar en el que es el certamen de belleza
más popular del planeta. Es por ello que el concurso le rindió un tributo
especial para destacar la importancia de su participación.
Ángela Ponce pasó a la
historia en el Miss Universo 2018.
Ángela Ponce (18 de enero de 1991) Miss Universo de España 2018. Nació en Pilas, Sevilla, España. Fue bautizada como Ángel Mario Ponce. Desde temprana edad sintió atracción por las cuestiones femeninas, y sus padres nunca cohibieron ni limitaron sus gustos. En donde nació existe una población predominantemente católica, pero a pesar de ello, hace 14 años se aprobó el matrimonio igualitario. Luego, comenzó a usar accesorios de mujer, pero las críticas en el pueblo fueron devastadoras, en la calle y la escuela le gritaban cualquier tipo de insultos. Aunque esto afectaba su autoestima Ángela siempre tuvo un carácter fuerte y sus padres ayudaron en tal proceso.
Cuando cumplió 16 años, Ponce decidió someterse a un tratamiento hormonal para comenzar su transformación física, era lo que siempre había anhelado. Además de llamarse Ángela, era honor a su abuela con quien tuvo una relación muy afectuosa. Posteriormente, se puso implantes de senos, siguió otros tratamientos con hormonas para suavizar sus facciones, se operó la nariz y se realizó un diseñó de sonrisa. A los 24 años, se realizó una cirugía de reasignación genital. En una entrevista dada al New York Times aseguró que tener vagina no te hace mujer o tener pene no te impide serlo, simplemente la única clave para ser mujer es ser y sentirte mujer, comentó. Sus comentarios han despertado tanto el rechazo como la admiración del mundo. Ángela estudió a nivel profesional informática, pero nunca trabajó en ello porque su gusto no era grande.
Más adelante, trabajó como profesora de educación física, estudió peluquería y se inició en el mundo del modelaje en Andalucía, así comenzó su andar por el mundo de la moda, sin imaginar que con tantos tropiezos y rechazos producto de la discriminación, llego a convertirse en Miss España 2018. Muchos sectores de la sociedad, especialmente los grupos feministas y los LGBTIQ han aplaudido el producto de sus esfuerzos, representados en mayor inclusión, ampliación de derechos y aceptación de las minorías. Al conocerse la decisión de que Ángela Ponce podría representar a su país en el célebre Miss Universo a pesar de su condición surgieron diversos comentarios a favor y en contra.
La joven tenía una preparación a cuestas; había ganado Miss España por Cádiz, ganó la representatividad en su país para competir en el concurso mundial. De ello, reafirmó que la sociedad no está educada para la diversidad. Las negativas no han acabado con su simpatía y carisma igual de perfectas que sus medidas: 90-61-90. Por ejemplo, dentro del concurso participantes como la Señorita Colombia Valeria Morales, aseguró de manera implícita que ella no debía concursar en Miss Universo porque no nació mujer.
Mientras estuvo en Miss Universo aseguró que, aunque ganará o perdiera ya había logrado lo más importante: dar una lección al mundo. Realmente lo ha hecho al ser la primera mujer transexual en ganar este preciado título y difundir un discurso claro en favor de la inclusión y la diversidad de género. Aunque muchas activistas feministas han aplaudido el hecho de que estos espacios se abran para las mujeres trans aseguran que no dejan de verse estereotipadas por la visión machista de estos certámenes. En cualquier caso, la situación de las personas trans en Colombia no es comparable con la realidad que vive la comunidad LGBTIQ en otros países más aperturistas con la diversidad y la igualdad de derechos.